sábado, 16 de agosto de 2008

Monstruos marinos



Desde los oscuros tiempos prehistóricos, toda una vasta mitología fue tomando cuerpo y apariencia en el regazo del Mar. Tenemos que esperar a los griegos para hallarla codificada y estructurada en la "Odisea". En ella, todas las cosas y aspectos del mar tienen nombre y aspecto antropomorfo.

Divinidades marinas mediterráneas.

En lo más profundo gobierna Poseidón (hijo de Cronos y Rea), hermano de Zeus celestial y del Hades infernal. A su vera se sienta su esposa Anfitrite. Las Oceánidas (Nereidas, hijas de Nereo y Doris) y Tritones (los descendientes de Tritón, hijo de Poseidón y Anfitrite) les dan escolta, cuando la augusta pareja se desplaza en su carro tirado por hipocampos. Poseidón recibió el dominio sobre todas las aguas, dulces y saladas, después de que los Titanes fueran derribados. Suplantó a Océano que reinaba en la dinastía anterior. Los antiguos griegos creían que las aguas discurrían bajo la tierra y la sustentaban; a ellas se debían los terremotos (recordar la tectónica de placas). Los dioses griegos se dividen en superiores (los doce olímpicos) y deidades inferiores. Los romanos identificaron a Poseidón con Neptuno, una antigua divinidad local de la humedad y las aguas corrientes.

Los "viejos del mar"



Nereo vivía con sus cincuenta hijas encantadoras -nereidas- bajo las aguas, en una resplandeciente caverna. Solían subir a la superficie y solía verselas sentadas sobre las rocas o sentadas en las arenas de la playa, secando sus largos cabellos verdes, o cabalgando sobre delfines, o jugando con los Tritones; sus cuerpos terminan en verdes colas de pez. Son famosas Anfítrite; Tetis, madre de Aquiles, y Galatea, a quien amaba el cíclope Polifemo.


roteo es el segundo "viejo del mar", pastor del rebaño de focas de Poseidón, poseía el don de la profecía y predecía el futuro a aquel que conseguía sujetarlo y mantenerlo quieto. Cambiaba constantemente de forma. No obstante, Ulises consiguió atraparlo.


Las sirenas griegas tenían el cuerpo de ave. Desde Oannes, deidad sumeria mitad hombre, mitad pez, hasta un relato de Cristóbal Colón, las sirenas han estado presentes en las leyendas de la cultura occidental. Son seres mágicos, por lo regular de sexo femenino, tradicionalmente hermosas y a veces dadas a la perversión y a encontrar regocijo en la desgracia de los hombres. Un relato de 1608 cuenta el avistamiento de una sirena por parte de dos marineros miembros de la tripulación de Henry Hudson; según contaron era: "de la talla de un hombre, su piel era muy blanca y sobre su espalda flotaba largo cabello color negro, la cola era como de delfín, pero moteada como una caballa". (Rodrigo de Alba)

Pulsa para ampliar sirenas


Las sirenas eran especialmente abundantes en las proximidades de Sicilia. En alguna parte de aquel mar se hallaba la isla de las Sirenas. Con sus cantos dulces atraían a los incautos marinos, haciendo que sus naves se despedazasen contra las rocas y escollos. Aquel que oía sus voces se olvidaba para siempre de su patria, hogar, mujer e hijos, y se arrojaba al mar en pos de ellas. Ulises se liberó de ellas haciendose atar al mástil de su embarcación y taponar los oídos de sus compañeros con cera.


Las arpías tenían enormes alas. Eran las divinidades de las tempestades y de la muerte. Cuandos los canasados marineros se disponían a descansar en una costa poblada por Arpías, estas se abatían sobre ellos, llevándose sus provisiones con las garras de ave.


El monstruo Escila, con doce brazos, también vivía en el estrecho que separa las costas de Sicilia e Italia, en una cueva situada en la base de un terrible acantilado, desde donde sacaba sus seis cabezas, armadas con dientes afilados, y atrapaba a los marinos.

Caribdis (el remolino) vivía en el otro lado del estrecho; si algún marino conseguía escapar de Escila era atrapado por el remolino negro que ocasionaba Caribidis para sorber el agua y escupirla tres veces por día.

Mitología de los pueblos egeos


Los pueblos egeos eran mediterráneos; no eran pueblos rubios y de elevada estatura, como los dorios. Su mitología no tiene nada que ver con los arios.

En primer lugar hallamos a una divinidad femenina suprema, la Gran Madre (la Virgen María para los católicos y sus apariciones en cuevas), personificada también en Nuestra Señora del Monte (Dictynna), señora de los parajes altos, adorada bajo la forma de una piedra bruta y más tarde identificada a Deméter y a la Dulce Virgen (Britomartis), alternativamente celeste e infernal, perseguida por Minos, el Toro divino. La tierna heroína que guió a Teseo en el Laberinto no es otra que la Muy-Santa (ari-adne), o sea Ariadna, manifestación de la diosa suprema. Y el propio Laberinto, identificado hoy con las ruinas complicadísimas del palacio real de Knossos, donde habitaba Minos, tiene una significación religiosa y sagrada: es la Casa del Hacha (labris) La doble hacha representa la suprema condensación de lo sagrado, el arma que mata al Toro divino (principio masculino, procreador, fertilizador…) y que aparece tan a menudo representada entre sus curernos, el antiguo utensilio mediante el cual el sacrificador hace pasar del animal al hombre la energía viril del dios.

Tambien adoraban la columna y la paloma. Tenían una Gruta de la Navidad en el monte Ida; un Santo Sepulcro en el monte Iuktas; tenían el mito de la pasión y resurrección del Hijo, emparentado con el místico renacimiento del Osiris egipcio y del Adonis-Tamuz frigio y fenicio; tenían como misteriosos símbolo sagrado la Cruz, además de una Trinidad…

ANTONIO RIBERA en "Los monstruos marinos" (1967) dice que los cretenses heredaron de los antiguos andaluces (tartesios) las corridas de toros y las faldas de volantes, y que la cultura andaluza es la supervivencia de la Atlántida.

Las representaciones de peces y animales marinos son rarísimas en el arte ruprestre. En cambio, es curioso observar el gran espacio que ocupan las representaciones de animales marinos en el arte cretense y minoano. Recordar que tambien lo había en el egipcio. Destaca el pulpo del vaso de Gurnia, cuyos tentáculos parecen moverse, flotando con libertad en su líquido elemento; igual impresión de vida nos producen los peces voladores del fresco de Filacopi.


El jardí de Nebamun. Egipto 1400 a.C. y pulpo del vaso de Kamarés, Creta. M. De Candía

Estos artistas, más que pintar, cartografiaban a los animales. Como los peces y las aves del estanque a penas se podrían reconocer vistos desde arriba, los dibujaban de perfil.

Delfines. Murales de Knossos. Museo de Keraklion. Creta



VIAJA POR EL "M@RENOSTRUM"


Sobre este pueblo mediterráneo cayó una primera oleada de invasores dorios, conocidos como aqueos, creadores de las fortalezas ciclópeas de Tirinto y Micenas. La última oleada dórica (1200 a.C.), o sea el "retorno de los Heráclidas", significó la muerte tanto para la cultura micénica como para la cretense .

Fuente: http://club.telepolis.com/gvb/monsantics.htm


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sábado, 5 de julio de 2008

COMO VINIERON LOS GUANCHES ( III)


Buenaventura Rodríguez Rivero *

En el primer artículo indicamos el más que probable origen africano de los guanches, pero expresamos los inconvenientes para explicar su travesía marítima desde Africa.

En el segundo artículo aventuramos la idea de que quizás los guanches no vinieron a través del mar, sino que lo que hoy conocemos por Canarias eran simples montañas o terrenos elevados de una otrora más amplia costa africana. Las islas se formarían al subir el nivel de las aguas, quedando los guanches aislados entre sí y del continente africano.

Existen algunos indicios que aportan consistencia a esta idea.

El primer indicio lo aportan las investigaciones paleo climáticas, que indican que el nivel del mar ha estado subiendo desde que finalizó la última glaciación (hace unos doce o catorce mil años). Hay discrepancias en cuanto a la magnitud de esta subida del nivel del mar, pero la mayor parte de los investigadores la sitúan entre los cien y los doscientos metros. Las mayores profundidades que encontramos hoy en día entre las islas y entre estas y África se explicarían por la acción erosiva de las olas y de las corrientes a medida que el mar iba ascendiendo.

Por otro lado, paleontólogos de la universidad de Cádiz han descubierto que durante el paleolítico hubieron contactos entre grupos humanos del sur de la península ibérica y el norte de África. Hasta ahora los paleontólogos creían que el estrecho de Gibraltar habría sido una barrera infranqueable para los primitivos seres humanos que querían viajar a Europa, debido a las mismas dificultades que encontrarían los guanches para viajar desde África hasta Canarias. Se había supuesto que los primitivos pobladores de Europa habían llegado desde África a través del corredor Sirio-Palestino. Pero si esto hubiese sido así, para poder llegar al sur de la península, habrían tenido que transcurrir un número enorme de generaciones, de tal forma que las diferencias culturales e incluso físicas que tendrían los pobladores de ambas orillas del estrecho deberían ser muy notables.

Sin embargo, las similitudes encontradas entre los yacimientos arqueológicos del sur de Andalucía y los de Ceuta, obligan a los científicos a aceptar la idea de que quizás el estrecho no fuese una barrera infranqueable, posiblemente debido a que el nivel de las aguas fuese muy inferior al actual, estando al descubierto tierras que hoy están sumergidas.

Estos son sólo indicios que apoyan la posibilidad de que Canarias formara parte de la costa africana. No son pruebas concluyentes. En otras palabras, dan consistencia a la idea pero no la confirman.

Para tener una prueba sólida que confirme esta unión, tenemos que encontrar evidencias incuestionables de que esta conexión terrestre existió en el pasado y, si es posible, determinar en qué momento se rompió.

Estas evidencias nos las puede aportar la biología molecular aplicada a algunas especies animales que habitan tanto en Canarias como en el continente.

Se trataría de aplicar lo que en biología se conoce como "reloj molecular", cuyo principio de funcionamiento es relativamente simple.

Cuando una población animal se aísla de otra, se impiden los apareamientos al azar entre los individuos de las dos poblaciones, generándose diferencias entre los genes de los dos grupos animales. Con el tiempo, esas diferencias en la información genética se van acumulando, de tal forma que es posible determinar el tiempo transcurrido desde que se produjo el aislamiento.

En otras palabras, si analizamos el material genético de determinadas especies animales de Canarias y de África, podríamos determinar no sólo el grado de vinculación que tienen, sino que además determinaríamos el tiempo transcurrido desde que se separaron las poblaciones de las islas y las del continente.

Con este tipo de pruebas aplicadas a poblaciones humanas, algunos antropólogos pudieron a determinar el origen bereber de los guanches.

El problema está en encontrar cuales son las especies animales que necesariamente tendrían que venir por tierra desde el continente. Es decir, aquellas que no podrían venir por sus propios medios o de manera fortuita a través del aire o del mar y además no deberían haber sido introducidas por el hombre de una forma voluntaria o como polizones en barcos.

Para dar una mayor fiabilidad a las conclusiones de esta investigación deberíamos encontrar datos coincidentes en al menos dos especies animales. Sería una casualidad increíble que dos especies llegasen al mismo tiempo a una gran parte de las islas por medios absolutamente fortuitos.

Existe (todavía) en Canarias al menos una especie animal con la que se podría realizar esta investigación, pero corre el peligro de desaparecer en algunas islas.

Los registros de nuestra historia se conservan no solo en los yacimientos arqueológicos sino también en nuestra flora y fauna.

Hasta ahora hemos destruido en aras de un falso progreso una parte importante de estos registros. Por eso, tenemos que darnos alguna prisa antes de que terminemos acabando con lo poco que nos queda.

El responsable de estos artículos es un biólogo interesado en un tema en el que no puede considerarse un experto, por lo que seguramente esta serie de artículos presentarán algunos errores. Pero mientras no existan pruebas concluyentes que aclaren la forma en que llegaron nuestros antepasados a estas islas, cualquier hipótesis razonable puede ser válida.

De lo que estoy convencido es de que la investigación biológica puede ayudar a resolver uno de los grandes misterios que nos quedan por resolver en Canarias: como vivieron los guanches.

* Lcdo. Biología Celular y Molecular
buenaventurarr@hotmail.com

COMO VINIERON LOS GUANCHES (II)


Buenaventura Rodríguez Rivero *

En el artículo anterior explicamos el muy probable origen africano de nuestros antepasados.

También expresamos serias dudas sobre la posibilidad de que los guanches viniesen a bordo de embarcaciones que construyeran y tripularan ellos mismos.

Asimismo, parece poco probable que los transportasen otras civilizaciones con una mayor tradición marinera como por ejemplo los vikingos, fenicios y cartagineses.

Por tanto, si no vinieron por el mar con sus propios medios ni con los de otros pueblos, ¿Qué otra posible explicación nos queda?.

Por tierra. ¿Le parece descabellado?. Siga leyendo.

El punto de Canarias más cercano a la costa africana está situado a unos noventa y cinco Km . Es una distancia enorme para un ser humano que quiera cruzarla a nado o a bordo de una frágil embarcación. Pero es una distancia muy pequeña comparada con las dimensiones de un continente.

¿Quién puede asegurar que las costas del continente africano son las mismas que hace diez o quince mil años?.

¿Porqué la naturaleza volcánica de las islas es incompatible con que en algún momento éstas hubiesen formado parte de Africa en lugar de surgir del fondo marino?.

Veamos cuales son las evidencias que apoyan esta idea.

El nivel de los mares no siempre ha sido el mismo. De hecho, el nivel de los mares depende de la cantidad de hielo que existe en la tierra en forma de glaciares.

Existen pruebas paleo climáticas que demuestran que el clima de la tierra ha variado a lo largo de su historia. Hubieron periodos donde la temperatura media de la tierra se enfrió lo suficiente como para permitir la formación de inmensos glaciares.

Durante el último periodo glacial (conocido como Pleistoceno), una gran parte del hemisferio norte se hallaba cubierto por una enorme capa de hielo. Algunos investigadores sugieren que llegaron a existir más de 70 millones de Km cúbicos de agua en forma de hielo. Es decir, 38 millones de Km cúbicos más de lo que existe en la actualidad. Para que el lector se haga una idea de estas magnitudes, un embalse de un Km cúbico de capacidad contendría un billón de litros de agua.

Si quitásemos actualmente de nuestros océanos estos 38 millones de Km cúbicos, el nivel del mar bajaría unos 106 metros. Además, deberíamos tener en cuenta que el volumen del agua disminuye con la temperatura. Por cada grado centígrado que baje la temperatura media de la tierra, el nivel de los mares descendería unos dos metros. Debido a estos dos factores algunos científicos sugieren que el nivel del mar podría haber bajado hasta unos doscientos metros con respecto al nivel que tenemos actualmente.

Imaginemos lo que pueden suponer un descenso de doscientos metros en el nivel de los mares. Las costas y los límites de los continentes podrían cambiar de una forma importante.

Si en la actualidad el nivel del mar subiese estos doscientos metros, una parte importante de la superficie de los continentes quedaría sumergida. Las montañas situadas en las costas originarían numerosas "islas" que antes no existían y, de no ser por los registros escritos, al cabo de miles de años los descendientes de los actuales habitantes estarían intentando averiguar como es que se originaron dichas islas.

Supongamos que lo que conocemos actualmente como nuestras islas en realidad eran montañas o territorios elevados de lo que podría haber sido una costa africana más extensa que la actual.

Imaginemos también que el progresivo retroceso de los glaciares, que comenzó hace unos quince mil años y dura hasta la actualidad, fuera inundando las tierras bajas de esa primitiva costa africana, quedando aisladas las montañas o las zonas más elevadas del resto del continente.

El nivel del agua habría ido subiendo progresivamente sometiendo a las zonas recientemente inundadas a una intensa erosión debido a la acción de las olas y de las corrientes marinas. Esta acción erosiva podría hacer que la distancia entre el fondo marino y la superficie del mar fuera aún mayor que la explicada por la simple subida del nivel del mar. Con esto se podrían explicar las enormes profundidades que existen entre algunas de las diferentes islas.

Si esto pudo ocurrir de esta manera, la flora, la fauna y los primitivos habitantes podrían haber quedado aislados del continente.

Todo ello ocurriría a una escala muy dilatada en el tiempo (miles de años). Los primitivos habitantes de estas tierras se irían situando de una forma imperceptible en terrenos cada vez más altos, de tal forma que ni siquiera se darían cuenta de que una vez pudieron emigrar caminando desde el continente.

Donde quiera que existiese una zona montañosa capaz de albergar algún grupo humano, allí estaría establecido algún poblado guanche.

Esto explicaría no solo la presencia de un pueblo muy primitivo sin conocimientos de navegación en Canarias. También explicaría por qué los guanches, estaban presentes en la mayoría de las islas. Y como pudieron tener consigo animales domésticos de demasiada envergadura como para poder hacer un viaje en una pequeña embarcación.

Sin embargo, aunque esta idea pueda arrojar alguna luz sobre muchos de los interrogantes planteados hasta ahora, no deja de ser un entretenimiento intelectual si no se aportan pruebas o por lo menos indicios que pudiesen darle alguna credibilidad.

Y existen los indicios que pueden apoyar esta idea. Además, gracias a las modernas técnicas de biología molecular podríamos también reunir pruebas que la doten de una mayor solidez.

Pero eso forma parte del próximo artículo.

* Lcdo. Biología Celular y Molecular
buenaventurarr@hotmail.com

COMO VINIERON LOS GUANCHES (I)




Buenaventura Rodríguez Rivero *

Este es el primer artículo de una serie de tres que tratan sobre uno de los principales misterios que quedan por resolver sobre nuestros primitivos antepasados.

Cuando los primeros europeos llegaron a Canarias, debieron haberse quedado bastante sorprendidos al encontrar cerca de la costa africana y muy alejados del continente europeo a unos indígenas blancos, altos, bien proporcionados y en muchos casos de ojos azules.

El aspecto físico de los guanches y las diferencias que existen con los pobladores contemporáneos de la cercana costa de Africa, han ocasionado no pocas controversias acerca de su posible origen.

Algunos han sugerido que podrían ser descendientes de antiguos pueblos germánicos. Otros incluso han encontrado en este hecho una base suficiente para demostrar la existencia de un supuesto continente perdido.

Sin embargo, las hipótesis más fiables por estar respaldadas por indicios de carácter científico, son las que sugieren el origen bereber de los guanches.

Estos indicios están basados no solo en estudios antropológicos, sino también en la frecuencia de determinados grupos sanguíneos así como en la genética de las poblaciones de diferentes pueblos de Africa y su comparación con los respectivos datos encontrados en la población canaria.

Según los estudios basados en la comparación de los grupos sanguíneos (García Talavera y otros), existe una elevada proporción del grupo sanguíneo 0 (el que se supone mayoritario entre los guanches) en la población canaria actual. Lo mismo ocurre en el caso de los Tuareg del Ahaggar y los bereberes de Ait Haddidu del alto Atlas.

Asimismo, el análisis del material genético de la población canaria actual (Cavalli-Sforza y otros), revela que existen también similitudes con los modernos bereberes norteafricanos.

Por tanto, todos los indicios apuntan al origen africano de nuestros primitivos aborígenes.

Una vez respondida la pregunta sobre el origen, las siguientes preguntas que debemos plantearnos son: ¿Cómo llegaron los guanches desde la costa Africana?. ¿Cómo es posible que llegaran no a una, sino a la mayor parte de las islas?.

Una respuesta que puede parecer evidente sería la de atribuirles a los guanches los conocimientos necesarios para fabricar y tripular embarcaciones, de tal forma que llegarían navegando con sus propias naves desde Africa.

Pero hay dos argumentos en contra de esta posible explicación.

El primero es que no se ha encontrado ninguna prueba de que los guanches poseyeran la capacidad de navegar. No sólo no han aparecido restos de embarcaciones entre los yacimientos arqueológicos, sino que, según constataron los primeros cronistas europeos, los primitivos aborígenes carecían de cualquier artilugio que les sirviera para adentrarse en el mar.

Podría argumentarse que los primeros guanches pudiesen haber poseído estos conocimientos, pero fueron posteriormente "olvidados" a través de las sucesivas generaciones. Sin embargo, para cruzar los más de 100 Km que separan a Canarias de las costas africanas hacen falta embarcaciones muy robustas. Una travesía como esta podría haberse prolongado muchos días, con lo que deberían llevar consigo también un peso importante en provisiones. Y no solo debían transportar un número importante de personas para asegurar la colonización de las islas, sino que además tendrían que haber venido con sus animales domésticos. A todo ello se le sumaría la dificultad de tener que luchar contra las corrientes que existirían entre las islas y la costa africana.

Para que un pueblo llegue a dominar la navegación de una forma tan eficaz hacen falta muchas generaciones. ¿Cómo es posible que los guanches hayan olvidado algo que les costó tanto aprender?. ¿Porqué lo olvidaron los pueblos guanches de todas las islas y no los de una sola?.

Supongamos que efectivamente los primeros inmigrantes que llegaron a Canarias tenían unas sólidas embarcaciones (en este caso las actuales pateras les deberían haber parecido unos cómodos trasatlánticos).

¿Cómo sabían que echándose al mar y navegando en dirección al oeste llegarían a Canarias?. No disponían de mapas de navegación y por supuesto tampoco de brújulas. Ni siquiera sabían que podían encontrar tierra. La probabilidad de que una barca salga desde un punto cualquiera de la costa africana elegido al azar y llegue a Canarias es ínfima, por no decir nula. Los actuales inmigrantes, que vienen con motores fuera borda y conocen perfectamente su destino así como el punto de donde deben partir en Africa, a veces terminan extraviándose.

Para los primitivos colonizadores, una travesía de estas características sería un suicidio con garantía.

Así pues, debido a estos argumentos en contra, es altamente improbable que los guanches llegaran a través del mar por sus propios medios.

Supongamos, sin embargo, que alguna civilización que poseyera la capacidad de atravesar grandes distancias marinas pudiese haber transportado a los guanches desde Africa. ¿Qué tripulación habría puesto en riesgo sus vidas para realizar tal empresa?. Es difícil imaginar a los antiguos pueblos vikingos, fenicios o cartagineses haciendo el papel de buenos samaritanos transportando a los bereberes hasta unas islas lejanas.

También parece improbable que los primitivos guanches hayan llegado a bordo de las embarcaciones de otros pueblos más avanzados.

Luego, si no vinieron por mar en sus propias embarcaciones ni tampoco a bordo de las naves de otros pueblos, ¿Cómo pudieron haber venido?.

Una sorprendente posibilidad será explicada en el próximo artículo.

* Lcdo. Biología Celular y Molecular
buenaventurarr@hotmail.com

viernes, 16 de mayo de 2008

El Mokele-Mbembé

El Mokele-Mbembé: Un Enigma Africano


Nessie no está solo. En regiones remotas a inaccesibles de África quedan dinosaurios vivos, si damos crédito a testimonios de nativos y expedicionarios que han descrito animales semejantes a los grandes saurios que se suponían desaparecidos.

¿Quedan dinosaurios vivos en la actualidad? Esta pregunta, que en un principio puede parecer absurda, no lo es tanto si hacemos caso de los testimonios provenientes de algunos de los más remotos a inaccesibles pantanos del África ecuatorial o de las diferentes zonas lacustres del globo. Estas narraciones hablan de la presencia de un extraño animal de gran tamaño, tronco voluminoso, patas corpulentas, pequeña cabeza, cola grande y musculosa y un largo cuello. Tal descripción, que parece extraída de un libro de paleontología, coincide con la de un tipo de animales que se creía extinguido desde hace 65 millones de años: los dinosaurios. Estos testimonios, surgidos no sólo de nativos sino de científicos y exploradores europeos que han tenido la ocasión de contemplarlos, hacen suponer que los grandes saurios no están completamente extinguidos.


El «Mokele-Mbembé»

El Mokele-Mbembé, llamado por los pigmeos "El que detiene ríos".

El escritor y naturalista inglés Ivan T. Sanderson pudo ver en 1932 a esta criatura en una de sus expediciones por la pantanosa zona del río Mainyu, en el África ecuatorial occidental. Se encontraba navegando junto con sus compañeros en una zona inexplorada de este río, cuando de una cueva cercana surgió un ruido ensordecedor y, según relata él mismo, «vimos cómo algo enorme se levantó frente a nosotros, convirtiendo el agua en espuma». La visión duró apenas unos instantes, pero fue un tiempo suficiente para que pudiesen apreciar que lo que se había levantado del agua era «la cabeza negra de un animal semejante a una enorme foca, aunque mucho más ancha que larga». Si bien el tamaño de esta cabeza -única parte del animal que pudieron contemplar- era del mismo tamaño que la de un hipopótamo adulto, la forma de la misma no tenía ningún parecido con la de este mamífero.

Tras esta visión, las dos piraguas que formaban parte de la expedición se alejaron lo más rápido posible mientras los indígenas no cesaban de gritar aterrados: «Mokele-Mbembé». Hablando más tarde con los nativos de la zona, todos coincidieron en que en esos parajes vive un terrible animal, el Mokele; un ser que pese a ser vegetariano -se alimenta de lianas- es un terrible enemigo de hipopótamos y cocodrilos que evitan pasar por la zona donde habita esta temible bestia.

La existencia de este extraño animal en las regiones pantanosas del corazón de África es casi como un secreto a voces. Voces que dan los indígenas, para los que su existencia está fuera de toda duda, y también los pocos occidentales que han podido ver a este excepcional animal, que podría ser una reliquia del pasado.

Roy Mackal (en el centro) navega por el río Oubangui en busca del «Mokele-Mbembé».

Para conocer si hay algo de verdad en los relatos de nativos y exploradores, se han realizado multitud de expediciones a las zonas donde se han producido la mayoría de los testimonios. En 1982, el doctor Roy Mackal, de la Universidad de Chicago, organizó una exploración de la zona norte del lago Likusia, en la República Popular del Congo. Desde esta región pantanosa habían llegado multitud de noticias sobre este animal desconocido por la ciencia. Durante varias semanas, el grupo de científicos recorrió esta extensa zona apenas hollada por el hombre blanco recogiendo decenas de testimonios de los nativos. Finalmente los científicos encontraron las huellas de un animal desconocido pero de tamaño superior, sin duda, al de un elefante.

Otra expedición, en esta ocasión de científicos de la universidad de Brazzaville: repitió pocos meses después el intento de encontrar esa bestia misteriosa que se dice habita en las apartadas marismas. En esta ocasión, los científicos tuvieron más suerte. El biólogo Marcellín Agnagna y su equipo se encontraron frente a frente con ese animal. Se trataba de una especie con aspecto distinto a cualquier otra conocida hoy día, y con una morfología muy similar a la de un gran dinosaurio saurópodo, que, como si proviniese de una máquina del tiempo, parecía surgido del Mesozoico, período del secundario en que los grandes saurios dominaban la Tierra.

Por desgracia, tampoco en esta ocasión fue posible obtener la prueba definitiva para demostrar al mundo entero la existencia de este fósil viviente, conseguir la captura de un ejemplar. La complicada orografía, el intrincado laberinto de pantanos y ríos que se entrecruzan, es sin duda uno de los principales garantes del anonimato de los que tal vez pueden ser los últimos dinosaurios sobre nuestro planeta. Otras expediciones que se han realizado a la zona, tampoco han sido jalonadas por el éxito.


Fuente

Programa del Cuarto milenio hablando sobre El Mokele-Mbembé







domingo, 20 de abril de 2008

¿chupacabras cazado en Texas?

Hace poco me tope con un hallazgo impresionante, una fotografía del supuesto chupacabras en Elmendorf, Texas.
El animal fue cazado, por un agricultor llamado Devin McAnally, cuando el animal se hallaba comiendo moras, el agricultor se pensó que dicho animal podía atacar a sus gallinas y por eso le dio caza.
Algunos de los tejidos Elmendorf se envió a la Universidad de California-Davis Veterinario de Genética Laboratorio de análisis de ADN y donde los resultados se desconocen aun.

Esto me lleva a pensar que este animal, que parece un cánido, sin pelaje, pero con grandes colmillos.
Puede ser el autentico chupacabras, lejos de la fabulas que gira al rededor del chupacabras, que lo convierte en un animal fantasmal.
Por eso que interesadamente no se ha dado demasiado eco de hallazgo del un animal que concuerda con la descripción de chupacabras.
Por que esta lejos del chupacabras de la ficción que de la realidad, y ya no rodearía el misticismo que rodea al animal.
En los últimos siglos el hombre a ocupado discriminadamente el habitad de los animales salvajes.
Puede ser que el chupacabras a ver su habitad de casa reducida y el hambre le ha llevado a atacar a los rebaños de animales.
Y es posible que el chupacabras ataque en pequeñas manadas, y al igual de los lobos, matan a todo por su paso.
aquí hay unos videos donde se ve al supuesto chupacabras, que encaja con la descripción del animal cazado en Texas.




sábado, 19 de abril de 2008

¿Los Canarios son los últimos cartagineses?

La llegada de los diversos pueblos que componen la actual Canarias es una de las mas grandes incógnita de la historia de la humanidad.
De todo es sabido que las diversas tribus amazighen que poblaba el archipiélago canario no conocían la navegación.
Y ese es el gran misterio,¿como es posible que un pueblo que no conozca la navegación haya poblado 7 islas?

Algunas islas a mas de 600 kilómetros de la costa africana,como es la isla de hierro.
Una de las hipótesis que mas se maneja es que fueron traídos a las islas por otra civilización, como lugar de destierro.
Prueba de ello es que en Canarias se han encontrado resto de ánforas romanas, en nuestra costa.
Pero por que traer a un pueblo a una islas desérticas y con que motivo, que no sea el destierro de un pueblo.

Tras finalizar la tercera guerra Punika, los romanos destruyeron totalmente Cartago y a sus habitantes, fueron vendidos como esclavos y otros fueron desterrados.
Partiendo de la base que los romanos estuvieron en Canarias, y que el pueblo canario no conocía la navegación.
Es posible que parte de esa población de Cartago hayan sidos desterrados a las islas Canarias.
Pero mucha gente se preguntaría,¿El pueblo cartaginés eran grandes conocedores de la navegación?
¿como es posible que la hayan olvidado?.
Lo mas probable era por que igual eran simples pastores o en las islas no había materia prima para fabricar barcos.

O el conocimiento se olvido, en Inglaterra en tiempos romanos, habían grandes balnearios y sistema de alcantarillado.
¿Saben cuanto tardaron los ingleses para volver a tener un sistema de alcantarillado? pues 800 años o mas.
Por que despumes de la salida de los romanos de la isla de Gran Bretaña el pueblo no tenia conocimiento sobre fontanería. Y los romanos nos transmitieron su legado.

Pues a lo que iba, si parte del pueblo de Cartago fue exiliado en Canarias es probable que el conocimiento sobre la navegación no haya sido transmitido.
También se pudo a ver olvidado en el tiempo, la leyenda de Gara y Jonay hablan de un amor interinsular.

La leyenda resumidamente decía, que Gara era una princesa de la isla de la Gomera y un día su padre organizo una fiesta tribal he invito a nobles de los reinos que habían en Tenerife.
Pues Jonay era un príncipe de unos de los 9 reinos en los que se dividía la isla de Tenerife.
Para ir la grano, es la historia de Romeo y Julieta pero a los Gomero.
según cuenta la leyenda el rey de la Gomera no quería que su hija se casara con el príncipe Jonay.
Pues los dos murieron por amor en los alto de lo que hoy se denomina montaña de garajonay.
La leyenda es mucha mas extensa yo la he contado algo mas escueta,pero para que vean hasta donde quiero llegar.

Esta leyenda se remonta a la época antes de la conquista de Canarias por parte del reino de Castilla.
¿Como es posible que no conocieran la navegación y puedan viajar a la isla de La Gomera.?
Lo mas seguro que las embarcaciones fuese tipo canoas, por que de Tenerife a la Gomera son pocos kilómetros de distancia.

Y en Canarias no hay metales, como para construir clavos de acero para fabricar barcos, pero si es posible que pudieran fabricar algún tipo de embarcación con maderas y unidas con cuerdas.
que solo se utilizarían para viajes cortos, como por ejemplo ir de la isla de Tenerife a la isla de la Gomera.

Otra cosa por lo que hayan olvidado construir grandes barcos para surcar los mares, es que en Canarias no había las materias primas que había en el continente.
Y al paso de las generaciones se haya olvidado ese conocimiento, pero vamos esto es solo una teoría mía sobre la llegada de los canarios a las islas.

viernes, 18 de abril de 2008

Cuatro Puertas

Situación:En la Montaña Bermeja o de las Cuatro Puertas situada en el barrio de Telde (Gran Canaria) del mismo nombre.

Descripción:

Formado por un complejo yacimiento aborigen compuesto por varios grupos de cuevas, silos, un recito ceremonial, caminos y pasillos. Sin duda la que más llama la atención es la cueva de amplias dimensiones excavada a mano en la toba volcánica que le da nombre al conjunto. Se compone de cuatro aberturas orientadas hacia el Norte que dan paso a una plataforma horizontal donde están excavados una veintena de agujeros.
En la parte superior de la cueva, dirección a naciente, encontramos una estructura en cuya superficie están labrados diversos canales y cazoletas. Algunos autores defienden el carácter mágico-religioso del emplazamiento al que llamamos almogarén debido a la asociación de los canales y cazoletas a este ámbito.
Estudio:

En la plataforma exterior se encuentra una hilera de hoyos o cazoletas de unos 30cm de diámetro que algunos prehistoriadores sugieren que son las bases para hincar postes o columnas de madera con el fin de sustentar alguna estructura.
Sin embargo es curioso el hecho de que las hileras de cazoletas mejor definidas y alineadas estén orientadas según la dirección de los ejes geográficos. Las dos filas principales que parten hacia el Norte desde las aberturas centrales y compuestas de 4 ó 5 cazoletas cada una, se encuentran orientadas norte-sur con una precisión de
+-2º. Por otro lado, la otra hilera recta, perpendicular a las anteriores y compuesta de otras cuatro cazoletas, se haya orientada en la dirección este-oeste compartiendo la misma precisión. Quizás su especial orientación, hubiera permitido su utilización astronómica. (J.A. Belmonte)
El interior de la cueva tiene unas dimensiones de 17m de ancho por 7,5m de largo. Según los expertos esta cueva no encaja con el modelo de habitación no siendo usada como vivienda.
Lo que podemos ver en ella con todo su esplendor sería la entrada de los rayos solares en los días cercanos, anteriores y posteriores, al solsticio de Verano en los ortos y los ocasos.
En su salida, los rayos del Sol naciente entran por la puerta 2ª iluminando la pared del fondo. En la puesta los rayos solares entrarían por la 3ª y 4ª puerta (de Este a Oeste) una de ellas en forma de flecha. Debido al efecto que hace la 4ª puerta e irían recorriendo el suelo de la cueva hasta alcanzar la pared sudoriental de esta y llegando a tocar una pequeña cazoleta situada en la esquina justo antes de ponerse el Sol por detrás las montañas.
En la parte superior de la cueva encontramos el almogarén, que es difícil atribuirle una connotación astronómica, aunque en una de las paredes de este hay grabados unos petroglifos que se pueden relacionar con unas muescas labradas en la roca en la pared opuesta cuando hacen un juego de luz y sombra durante las salidas del Sol en los solsticios de Verano.

Bibliografía:
Guía del patrimonio arqueológico de Gran Canaria.
Reflejo del Cosmos (J.A. Belmonte)
Arqueoastronomía Hispana (J.A. Belmonte, varios autores)

Fuente:ciencianatura.com

El Cenobio de Valerón

La economía de los antiguos canarios se sustentaba en el marisqueo, la pesca, la ganadería y la agricultura basada en el cultivo de cereales, como la cebada.

Para la conservación de los excedentes de estas actividades y de otras materias primas se construyeron graneros excavados en la roca. Generalmente se realizaban sobre toba volcánica, un material que permite trabajos de excavación y rebajo con piedras y maderas.

Estos depósitos están situados en lugares escarpados y de difícil acceso, sirviendo de protección natural ante posibles incursiones de rapiña o saqueo. Como tales depósitos, suelen estar ubicados en lugares secos, con exposiciones al naciente o solana.

Los accesos suelen reducirse a pasos estrechos, fáciles de controlar desde el punto de vista defensivo.

En Gran Canaria tenemos varios graneros que responden a esta tipología como es el Risco Pintado (Temisas), El Álamo (Acusa Seca) o en la cara sur del Roque Bentayga (Tejeda).

Un ejemplo de estos depósitos fortificados es el Cenobio de Valerón, situado en la Montaña del Gallego, en cuya cima existen estructuras de factura aborigen, como es el Tagoror del Gallego, siendo este espectacular conjunto el granero más representativo de la comarca norte de la Isla.

Aprovechando un amplio solapón que hace de cubierta natural, los antiguos canarios excavaron en el interior unas 300 cámaras o silos y algunos habitáculos, que servían de depósito, tal y como recogen los cronistas. “Encerraban estos fructos en las cuebas de riscos más altos para que se uiesse alli estar más bien guardados i mas durables” (Sedeño 1978: 373).

Cada uno de estos silos presenta huellas de tapas o cierres. Empleando argamasa, madera y piedra conseguían aislar los depósitos y protegerlos del exterior, para conseguir la conservación del grano.

El Cenobio de Valerón ha sido objeto de muchos estudios y de referencias en distintas publicaciones. Ya en 1880 el insigne historiador Agustín Millares Torres se hace eco de la singularidad e importancia del yacimiento como una estancia en la que habitaban las harimagüadas, jóvenes que permanecían confinadas en el denominado Cenobio hasta el momento de contraer matrimonio. Hoy en día nadie duda de que se trata de un granero.

Trabajos más recientes apuntan a que estos silos pertenecían a diversas familias, siendo, por tanto, un granero colectivo, pero donde cada grupo de parentesco tenía uno o varios silos. Para marcar la titularidad se utilizarían pintaderas de barro. Estas piezas de alfarería servían entonces como sellos, que asociaban la reserva con una familia o grupo de parentesco.

En 1974 se realizaron por primera vez obras de acondicionamiento para visitas en el entorno del yacimiento, lo que permitió el acceso al recinto. En la actualidad, por razones de conservación, los itinerarios están definidos, sin entrar dentro de los silos y cuevas.

En 1978 este yacimiento fue declarado Bien de interés Cultural (BIC) por la singularidad y entidad de este conjunto.

Fuente:culturacanaria.com

Capadocia

Capadocia (en turco: Kapadokya; gr. Καππαδοκία) es una región histórica de Anatolia central, en Turquía, que abarca partes de las provincias de Kayseri, Aksaray, Niğde y Nevşehir.

Capadocia se caracteriza por tener una formación geológica única en el mundo, y por su patrimonio histórico y cultural. En el año 1985, fue incluida por la UNESCO en la lista del Patrimonio de la Humanidad, con una zona protegida de 9.576 ha.

Información general


Desde hace miles de años y hasta la actualidad, ha habido siempre asentamientos humanos en la región. Algunas civilizaciones antiguas florecieron aquí, como la hitita, y otras procedieron de civilizaciones europeas o de otras regiones de Asia Menor, y todas ellas han dejado su huella cultural en Capadocia.

Las características geológicas del lugar han dado pie a que sus paisajes se describan a menudo como "paisajes lunares". La tierra del lugar, llamada tufa, ha adquirido formas caprichosas tras millones de años de erosión, y es lo suficientemente débil para permitir que el ser humano construya sus moradas escarbando en la roca, en vez de erigir edificios. De esta forma, los paisajes lunares están llenos de cavernas, naturales y artificiales, muchas de las cuales continúan habitadas.

La situación geográfica de Capadocia la hizo encrucijada de rutas comerciales durante siglos, y también objeto de continuas invasiones. Los habitantes de la región construyeron refugios subterráneos (ejemplos que pueden ser visitados son las ciudades de Kaymaklı y Derinkuyu), donde ciudades enteras podían refugiarse en el subsuelo, y subsistir durante muchos meses sin arriesgarse al exterior. Estas ciudades subterráneas estaban construidas de varios niveles (la ciudad de Kaymaklı tiene nueve subterráneos, aunque solamente cuatro están abiertos al turismo, y el resto están reservados para investigación arqueológica y antropológica), y estaban equipadas con respiraderos, caballerizas, panaderías, pozos de agua, y lo necesario para albergar poblaciones que podían llegar hasta 20.000 habitantes. Cuando estas ciudades subterráneas fueron usadas durante el cristianismo bizantino, algunas cámaras fueron adaptadas como templos y decoradas con frescos en las paredes.

Origen y significado del nombre

Se cree que el nombre "Capadocia" proviene del vocablo Katpadukya, o Tierra de bellos caballos. Los caballos de la región cobraron fama por ser ofrecidos como regalo a los reyes Asurbanipal, de Asiria, y Dario y Jerjes, de Persia.

Geografía y geología


La región de Capadocia puede considerarse un círculo de cincuenta kilómetros de diámetro, donde se encuentran, entre otras, las ciudades de Aksaray y Nevşehir, así como numerosas poblaciones. La población en el área no llega al millón de habitantes, pero los asentamientos están tan cercanos unos de otros, que dan la impresión de tratarse de una sola ciudad extendida por una región muy vasta.

En muchos mapas, el nombre de Capadocia no es mencionado ya que no se trata de una demarcación política como tal. Más bien se trata de una región histórica que abarca porciones de varias provincias.

El paisaje único de Capadocia es el resultado de la acción de fuerzas naturales a través de los milenios. Hace 60 millones de años, se formó la cadena montañosa del Tauro en Anatolia meridional, al mismo tiempo que se formaba la cadena alpina en Europa. La formación de la cordillera de los Montes Tauro provocó numerosas barrancas y depresiones en Anatolia central. Hace diez millones de años, estas depresiones fueron rellenadas por el magma y otros elementos volcánicos provistos por los numerosos volcanes en erupción de Anatolia central, especialmente los volcanes Erciyes, Keciboyduran, Develi, Göllü dağı y Melendiz.
Vista panorámica de Göreme.
Vista panorámica de Göreme.

Paulatinamente, las depresiones fueron desapareciendo, transformando la región en un altiplano. Sin embargo, el mineral que rellenó las depresiones no es muy resistente a la acción de vientos, lluvias, ríos y diferencias de temperatura; por lo que la erosión fue "esculpiendo" los numerosos valles por los cuales Capadocia es famosa.

* Algunas de las poblaciones más importantes son Aksaray, Nevşehir, Kayseri, Ürgüp, Uçhisar, Niğde, Gülşehir, Gülağaç
* Algunos lugares sobresalientes son el Museo al aire abierto de Göreme, la ciudad subterránea de Kaymaklı, la ciudad subterránea de Derinkuyu, el valle de Zelve, Gomeda, Peribacalar vadisi (valle de las chimeneas de hada), Soğanlı vadisi, las ciudades subterráneas de Özkonak, Tatlarin, Mazı y Acıgöl; e iglesias como las de El Nazar y Aynalı.

Historia

Çatalhöyük y Puruskanda

Çatalhöyük es una ciudad que data del período neolítico, en ella fue encontrado lo que se considera el comienzo de la historia de Anatolia. Se trata de un fresco mural del año 6200 adC, que presenta en primer plano, las casas de la localidad, y al fondo, un volcán humeante en erupción; se cree que el volcán es el Hasandağ. El fresco está expuesto en el Museo de las Civilizaciones de Anatolia en Ankara, y es probablemente la pintura paisajística más antigua del mundo.

Entre 5000 adC y 4000 adC, Capadocia tenía varios principados independientes. La ciudad más importante durante ese período era Puruskanda. Diecisiete de estos principados se unieron en 2300 adC para luchar contra el rey asirio Naram Sin, constituyendo la primera de muchas alianzas en la historia de Anatolia.

Período de colonias de comercio asirio
Detalle asirio en el Museo Arqueológico de Ankara
Detalle asirio en el Museo Arqueológico de Ankara

Al inicio del II milenio adC, Anatolia vivió una etapa brillante en la cual atrajo numerosos habitantes. Los asirios, célebres por su habilidad en el comercio, se instalaron en la región atraídos por esta riqueza, y organizaron bazares llamados Kârum. El Kârum más importante es el de la ciudadela de Kanesh (hoy Kültepe). Los asirios llevaban estaño, textiles y perfumes, y compraban oro, plata y cobre en Anatolia.


Este tipo de comercio duró ciento cincuenta años, hasta que fue dispersado por las guerras entre reinos de la región. En 1925, un equipo arqueológico descubrió en Kültepe las "Tablas de Capadocia", que describen esta colonia mercantil en tiempos asirios, y que marcan el registro escrito más antiguo conocido sobre la historia de Capadocia.

Período hitita

Aunque se tiene poca certeza sobre el origen de la civilización Hitita, lo cierto es que esta civilización floreció en Anatolia central en el II milenio adC; siendo Hattusas (hoy Boğazköy) su centro de poder en la región, que llamaban Tabal. Los hititas fundaron varios poblados en conjunción con los habitantes de la región, y conformaron un imperio que se extendía hasta Babilonia. El imperio duró de seis a siete siglos, y puso fin al dominio de la dinastía semita de Hamurabi. Especial lugar en la historia hitita tienen los siglos XV y XVI adC, que marcan el período de mayor desarrollo de la civilización. A finales de milenio, las guerras con Egipto (que culminarían en el tratado de paz de Kadesh, de 1286 adC) desgastaron al imperio, que finalmente cayó ante los invasores de Europa oriental.

Después de la caída del imperio hitita, Capadocia atravesó el período más oscuro de su existencia, entre los siglos X y VII adC.

Período persa


Capadocia cayó en manos persas en el siglo VI adC, estado que mantendría hasta la conquista por Alejandro Magno dos siglos después. Los persas dividieron Anatolia en provincias, asignando un gobernador (sátrapa) a cada una.

Los principados estaban ligados al puerto de Éfeso (cerca de la ciudad turca de Kuşadası) por la "vía real", que comenzaba en dicha ciudad, y pasaba por las ciudades de Sardes y Mazaca (hoy Kayseri), llegando a Mesopotamia y a Suze, capital de Persia. Los sátrapas enviaban a Persia los impuestos que recaudaban, en forma de oro, carneros, burros y los famosos caballos de Capadocia.

Período helénístico

En el siglo IV adC, el conquistador macedonio Alejandro Magno emprendió la conquista de Asia Menor, después del famoso episodio del nudo gordiano, arrebatando Capadocia de las manos persas. Dejó a su teniente Cabictas para controlar la región, la cual estuvo bajo el dominio macedonio hasta la muerte de Alejandro en 323 adC. Un año después, Capadocia recuperó su independencia y soberanía bajo el liderazgo de Ariarates I.
Véase también: Período helenístico

Período romano
La provincia romana de Capadocia
La provincia romana de Capadocia

Capadocia comenzó su larga historia de relaciones con Roma, bajo el reinado de Ariarates IV, primero como enemigos (apoyando la causa de Antíoco el Grande), y después como aliados, luchando contra Perseo de Macedonia.

A partir de entonces, Capadocia se alió siempre con la República. En 130 adC, Ariarates V marchó junto al procónsul romano Craso contra Aristónico, quien reclamaba el trono de Pérgamo. Al ser liquidado junto con su ejército, trajo consigo luchas intestinas que marcaron el fin de la dinastía.

Capadocia entonces eligió un líder local llamado Ariobarzanes I, con el apoyo de Roma, en 93 adC. Sin embargo, Ariobarzanes no pudo comenzar su reinado hasta treinta años después, cuando Roma le allanó el camino haciendo a un lado a los reyes Armenios. En la guerra civil que Roma sostuvo antes de la ascensión al poder de Julio César, Capadocia cambió de bandos entre Pompeyo y César.

Posteriormente, la dinastía Ariobarzanes terminaría, y la región mantendría su independencia tributaria hasta el año 17, cuando el Emperador Tiberio reduciría a la región a ser una provincia romana. Dos legiones romanas formarían guarniciones permanentes bajo el Emperador Vespasiano, quien buscaba proteger su provincia de Levante. Las guarniciones aumentaron y se convirtieron en fortalezas bajo Trajano, quien además construyó vías militares en la región. En el siglo III, las relaciones comerciales entre Capadocia y las regiones de Izmir y Éfeso estaban tan desarrolladas, que fueron emitidas monedas con los nombres de estas ciudades.

Período bizantino
Iglesia Oscura en Göreme
Iglesia Oscura en Göreme

A partir del siglo IV, Capadocia comenzó una transformación más, esta vez influenciada por los monasterios de Palestina y Egipto, cuyos modelos fueron seguidos en la introducción de la religión cristiana, bajo el patrocinio del Imperio Bizantino.

En los siglos VI y VII, aparecieron las primeras iglesias pintadas. Estas iglesias, al igual que la mayoría de las casas de la región, no eran construidas como edificios, sino "excavadas" en la roca. Estas cuevas artificiales eran después decoradas y acondicionadas. Existen más de seiscientas iglesias de estas características en la región.

El período iconoclasta de Bizancio (años 725 a 843) tuvo su repercusión en las iglesias de Capadocia, y numerosas pinturas murales sufrieron daños, pues se prohibió la representación de todas las figuras sagradas.
Véase también: Imperio Bizantino

Período selyúcida

Los selyúcidas, considerados antepasados directos de los turcos occidentales, comenzaron a llegar a Capadocia a partir del siglo XI, después de la Batalla de Manzikert en 1071 donde derrotaron al ejército bizantino, y comenzaron la conquista paulatina del territorio. Después de la toma de Kayseri en 1082, los selyúcidas iniciaron una gran expansión urbanística en la región, construyendo mezquitas en Kayseri, Aksaray, Niğde y otras ciudades, y una academia de medicina en 1206. Además, construyeron numerosos caravansarays o caravasares (literalmente, palacio de caravanas), una especie de refugio para que las caravanas que transitaban la Ruta de la seda, pernoctaran de forma segura en su trayecto; algunos tenían servicios adicionales al de hostelería, como enfermería, caballerizas y mezquitas. Los caravansarays están dispersos por toda Anatolia, distanciados a unos 30 km entre sí, y en tiempos de guerra, servían como puestos de defensa del territorio. Destaca el caravansaray de Agzikarahan, construido en el siglo XIII.

En los siglos que siguieron, Anatolia fue escenario de conflictos entre los selyúcidas, Bizancio y los cruzados. Estos últimos tomaron la capital selyúcida Iznik, y obligaron a los selyúcidas a emigrar hacia Konya, en el centro de Anatolia. Los selyúcidas sentaron las raíces del Imperio Otomano, que vendría a existir a partir del siglo XV pues no en vano los turcos otomanos procedían de uno de los sultanatos —núcleo originario del futuro Imperio otomano— escindidos del estado selyúcida bajo el mando de un líder llamado Osmán I Gazi— que daría el nombre de la dinastía otomana u osmanlí).

Siglos XX y XXI

Capadocia siempre ha sido una zona de atractivo turístico importante, con afluencia de visitantes de la región y de países vecinos. La región llamó la atención de Europa y del resto del mundo en las décadas de 1930 y 1940, con la difusión de la obra del sacerdote francés Guillaume de Jerphanion, quien publicó los estudios que había hecho de las iglesias en Capadocia. Éstos hechos llevaron a un dramático crecimiento en la demanda turística en la segunda mitad del siglo XX. Durante las décadas de 1970 y 1980, Capadocia enfrentó una explosión de turistas que no podía ser satisfecha con la veintena de hoteles existente en la región. Los pobladores comenzaron a rentar cuartos y transformar sus propiedades para poder acoger a los visitantes, mientras nuevas instalaciones eran construidas, respetando a los paisajes y la naturaleza, y sin contradecir al folclore local. Según las cifras oficiales, en 2005 visitaron la región 850 mil turistas extranjeros y un millón de turistas nacionales.

Esta demanda ha revitalizado la actividad económica en la región, pues no sólo la industria del turismo y la gastronomía se benefician, sino que además los productores locales de cerámica, textiles y artesanías encuentran un mercado amplio y receptivo.

Cristianismo en Capadocia

Capadocia tiene un papel especial en la tradición cristiana, por varios motivos.
Fresco en la pared sur de la Iglesia Oscura, en Göreme
Fresco en la pared sur de la Iglesia Oscura, en Göreme

* Durante los primeros años de la religión cristiana, Capadocia fue una región fértil para su expansión, en parte por su cercanía a las Siete Iglesias de Asia Menor, (mencionadas en el libro del Apocalipsis), y en especial de Antioquía, la primera comunidad cristiana, fundada por San Pedro. Muchos de los primeros cristianos habitaban Capadocia durante los siglos II y III, y para el siglo IV, cuatro santos habían nacido en Capadocia: San Mamés, San Basilio el Grande (nacido en Cesarea de Capadocia), San Gregorio de Nacianzo, el Viejo y San Gregorio de Nacianzo, el Joven.
* Pablo de Tarso efectuó tres viajes a través de Capadocia, entre los años 44 y 58.
* Aunque controvertida históricamente, la tradición dice que San Jorge fue un nativo de Capadocia, hijo de un soldado del ejército romano del siglo III. En la Edad Media, la leyenda de San Jorge y el dragón tomó forma, y el santo se convirtió en patrono de múltiples estados y coronas en Europa, incluyendo, entre otras, a la Corona de Aragón, y los reinos de Portugal e Inglaterra. La cruz de San Jorge se encuentra todavía en las banderas de Georgia e Inglaterra, y también en el escudo de Barcelona y de Aragón.

Bibliografía

* Estambul: Capadocia. (1993). Colección "Guías GT Salvat". Barcelona: Salvat Ediciones Generales. ISBN 84-8031-026-X e ISBN 978-84-8031-026-0.
* Goytisolo, Juan. (2002). Aproximaciones a Gaudí en Capadocia. Ediciones Península. ISBN 8-48307-492-3.
* Lafora, Carlos R. (1993). Tras las huellas del arte rupestre en Capadocia, Turquía. Madrid: Tierra de Fuego, Librería-Editorial de Viajes. ISBN 84-86233-46-1 e ISBN 978-84-86233-46-4.
* Teja Casuso, Ramón. (1974). Organización Económica y Social de Capadocia en el Siglo I V. Salamanca: Universidad de Salamanca. Ediciones Universidad Salamanca. ISBN 84-600-6086-1 e ISBN 978-84-600-6086-4.
* Wilemart, Helene y Wilemart, Pierre. (2004). Guías Salvat gran turismo: Estambul y Capadocia . Segunda edición. Barcelona: Salvat Editores. ISBN 84-345-5810-6 e ISBN 978-84-345-5810-6.

En francés

* Jerphanion, Guilliaume de: Les Eglises Rupestres de Cappadocia. París: Librairie Orientaleste Paul Geuther, 1925.
* Thierry, Nicole: La Cappadoce de l'antiquité au moyen âge. Turnhout, 2002. (ISBN 2-503-50947-9.)

En inglés

* Demir, Omer: Cappadocia: cradle of history. Promat, 1997. (ISBN 9-75733-407-3.)
* Kostof, Spiro & Carpenter, Malcolm C.: Caves of God: Cappadocia and its churches. Oxford University Press, 1989. (ISBN 0-19506-000-8.)
* Rodley, Lyn: Cave monasteries in Bizantyne Cappadocia. Cambridge University Press, 1986. (ISBN 0-52126-798-6.)
* Van Dam, Raymond: Kingdom of snow: Roman rule and Greek culture in Cappadocia. University of Pennsylvania Press, 2002. (ISBN 0-81223-681-5.)

Fuente Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Capadocia

Ciclo Ciudades subterráneas

Bueno queridos lectores de Canarias insólita, hemos comenzado el ciclo de ciudades subterráneas.
Para empezar hablaremos de una del a ciudades subterráneas mas conocidas del mundo.
Hablaremos de la ciudad subterráneas de La Capadocia y concluiremos hablando de las ciudades subterráneas de Canarias.Como son Cuatro Puertas y El Cenobio de Valerón.
Igual ha menor escala que la capadocia pero no por ello menos impactante y mucho menos conocida que la anterior citada.